martes, 19 de julio de 2011

Ahora que...

Hace tiempo que crece hierba en le tejado y de cuando en cuando alguna flor. Hace tiempo que las arañas han instalado sus telas en los rincones de todo lo que no es corazón. Y pienso. Y siento también, tal vez sea mejor la hacendosa compañía que aquel temblor que recorría mi piel al roce de aquellos que sólo fueron estorbo al desamparo de las sábanas de papel. Y papel mojado es ahora cualquier letra que no hable de ti, que no diga tu nombre y tu modo de hacerme feliz.

Todo huele a ti. Todo sabe a ti. Todo lo mío ahora es tuyo. Me encuentro risas en los rincones, contenidas por una manita que tapa una boca a punto de desbordarse. Hay “te quieros” dibujados en cada pared. Hemos creado nuevas formas de medir, y todo lo que no cabe de aquí a la luna, al sol, a las estrellas, a las nubes o al arco iris no nos interesa. De nuestro mundo, un universo, y de cada pequeña cosa un nuevo mundo. Y todo lo demás ha dejado de existir.