viernes, 28 de diciembre de 2007




Quiero invitarte a compartir mi cama.

Mis sueños rojos, mi respiración agitada.
Mi penumbra, mis caricias de luz.
Mi abrigo de sábanas, mi despertar de besos.
Mi almohada de vientre, mi desperezo.
Mi mañana por la mañana, mi noche más larga.
Mi cómoda de sueños, mi cortina de seda.
Mi abrazo de piernas, mi boca descarada.

Quiero compartir contigo todo lo que en ella pasa.




Feliz Año.

miércoles, 19 de diciembre de 2007




.

Con un suave susurro
pintó con palabras sentimientos.

Le dio la vuelta al querer
y te encontró escondido, detrás...

Como sin dejarte ver
pero esperando siempre, poder amar.

Y la inconveniencia
del que no te conviene, piensan...

¡Y ellos qué sabrán!
Hemos esperado demasiado.

Pasamos del qué dirán, cansados
de corrientes que arrastran

pensamientos realmente válidos,
arropados en caricias...

en todas las noches extintas
y en los días que están por llegar.


.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

"Ensabanable"




“(...) Y si amanece, por fin, y el sol
inunda el capó de los coches,
¡baja las persianas!
De ti depende, y de mí,
que entre los dos siga siendo
ayer noche, hoy por la mañana (...)”


________________________________________



Y el tiempo no es tiempo
si nos pilla resguardados,
bajo sábanas inocentes
de juegos pasados.

Y las caricias se enredan
entre tu pelo y el mío,
para trazar la vereda
hacia objetivos queridos.

Y la mañana no importa
siempre que tú estés conmigo,
se nos maquilla de noche
entre cuerpos encendidos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Fiebre...




.

Hablar sin voz o susurrarte
al oído palabras mudas,
de caricias espaciadas
¿o especiadas?...
La noche tuvo el sabor
de los sabores del mundo.

Cuando me despierto
no puedo ni moverme,
¿me ataste, quizás?
Y la fiebre sólo me deja pensar
en que quiero seguir acariciándote
incluso cuando no estás.

Que me bañe el Sol, que me bañe la Luna,
que me salpiquen con su risa
de jugar al escondite.
Y que me abrace la hierba
de las sábanas mojadas de rocío,
y quizás mañana, me pueda levantar.


.

lunes, 26 de noviembre de 2007




.

- Mírame, tienes los ojos bonitos.
- Acaríciame, tienes las manos suaves.

- Bésame, no tienes prisa. ¿Dónde vas a ir a estas horas?
- No existe lugar donde ahora estuviera mejor que aquí.

- Échate aquí conmigo. La cama sin ti parece tan grande...
- Abrázame. Aún tengo la carne de gallina. Y de regalo te regalo una noche que no sé si será eterna, ni siquiera sé si será cíclica, pero sí sé que siendo hoy esta noche, esta noche está siendo la mejor.


.

domingo, 25 de noviembre de 2007





Ani_Belén_Maluz

Fuimos bosque, bosque.


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Fui tierra
Fui piedra
Fui agua
Fui hoja de roble
Y fui roble
Fui mapache
Fui arce
Fui sonrisa
Fui hormiguita
Fui bosque

Bosque

Y de vuelta a la ciudad

Fui amiga
Fui huída
Fui viento
Fui copa de ron
Y fui ron
Fui atrevida
Fui rápida
Fui caricia
Fui beso
Fui tú y fui yo



.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Belén, gracias.


Viene de...

http://alasrojas.blogspot.com/2007/11/lleg-hace-poco-ms-de-dos-meses.html


Brindamos con vino blanco por nosotras, por las buenas cenitas con velas, por habernos encontrado, también. Por la magia, por mañana y un poco por hoy, porque siempre es hoy. Cenamos como marquesas y dejamos la película a medias para acabar tiradas por los suelos disfrazadas con todo lo que íbamos encontrando. Las risas no tardaron en llegar y fueron las últimas en marcharse.


Y así es imposible despertarse de mal humor, por poquito que se duerma. Gracias Belén.


Las cosas buenas llegan
de casualidad,
inesperadas sorpresas
de manos mágicas,
mirada amarilla
de gata trotamundos.

Inquietud y sonrisa
y un abrazo siempre listo.
¿Las risas?, ¡con risas, por favor!
Y el ron con limón,
la cerveza con humo...
que lo demás ya llegará.

Y escaparse a ratos no está mal.
Las cenas, el vino, una mesa.
Y siempre algo que regalar.

Y todo ha sido, ya digo,
de pura casualidad.


.

lunes, 19 de noviembre de 2007




Caminando. Deslizándose.
Casi flotando con tu roce…
¡Por tu roce!

Escalofríos que corren
y saludan a la mañana
fría de soledades acompañadas.

Los labios en la nuca
y las alas desplegadas,
dispuestas a levantar el vuelo…

Pendientes de tu juego de manos,
de tus besos mojados,
apretados,
rápidos,
ansiados…

Y por la noche,
los ojos se buscan
y hay una falda que hipnotiza…

Baila al ritmo de algún corazón
incomprendido, de caliente azar.
Media vuelta y tus besos
ya no son míos.

Se refugian en la guarida
de la guarida de algún
abultado pantalón…

Y compuesta y con falda
y la mirada pasada de amor,
marcho en la fría alborada.

Temblando por no poder contar
los segundos que me faltan
para volverte a besar.

Y ser tres puede no estar tan mal,
al final.
Al final del final.

Entre tenerte o compartirte
o compartirte para tenerte,
me quedo con mis plumas mojadas…

de llorar de risa,
que ya me las secará el sol
cuando salga. ¡Y quizás me desnude!

Puede que baile, también,
con las pelusas que titilan
mientras hacen el amor con las sombras
trasnochadoras,
silenciosas,
morbosas…

O puede que te espere, no sé.
Puede que intente ser dos
en vez de tres.

miércoles, 14 de noviembre de 2007




Llegó hace poco más de dos meses. Estábamos tan cerca como para cruzarnos por la calle cualquier día. Y algo así sucedió. Con intermediario, es posible. Y eso yo no lo olvido, ¿cómo olvidar a uno de mis mejores amigos? Pero antes o después nos habríamos acabado conociendo, creo yo. Por las conexiones. Porque es imposible pensar que nos podríamos haber perdido tanto entendimiento, tanto sentimiento también. Tantos abrazos, tantas risas. Tantas fiestas, claro, habrá que decirlo todo, ¿no crees? Tanto de muchas cosas buenas. Tanto de todo lo que nos queda.

De repente esta chica es un must, que diríamos si hablásemos de moda. No soy yo muy dada a la moda, pero claro, teniendo una hermana como la que tengo, hay cosas que se asimilan casi sin querer. Y pienso, “ay tengo que llamarla y contarle que...” y con el teléfono en la mano me suena un mensaje suyo. “¿Unas cañas?”

Sí, unas cañas. No tardo en llegar.

Y hablamos. Y hacemos planes sin concretar sobre las cosas que nos gustaría hacer. Sobre viajes, ya he hablado mucho de esto últimamente. Y yo me recargo a su lado. Con Carol me pasa algo parecido, creo que ya lo he comentado. Pues con ella también. Porque rebosan cosas buenas. Ganas de hacer. Ganas de vivir. De saber. De ir y venir. Ganas de comprobar que una vida mejor es posible y que, además, está al alcance de todos los que se atrevan a saltar. Ganas de ser positiva. Ganas de abrirme los ojos que de tanto soñar se quedaron pegados.

Y viajaremos. Porque ya hemos empezado, ya no lo vamos a parar. Y nos conoceremos de la forma en que se conocen los que se dicen casi todo con una mirada. Porque eso ya nos ha empezado a pasar. Como el otro día, ya sabía en quién pensaba antes de preguntarme nada. Y sabía que pensaba en ese mismo momento. Lo dijo en voz alta y yo me sorprendí, porque creo que ella fue consciente de mis propios pensamientos antes que yo misma, ¿puede ser? No sé, pero así lo sentí. Tampoco importa demasiado que así sea. Si yo sólo quiero no ser siempre la que escucha, la que abraza, la que regala por el placer de regalar, la que no tiene hora mala si tú me llamas. Y puede que suene algo egoísta así dicho, pero nada más lejos de la realidad, porque yo no voy a dejar de ser como soy, sólo me voy a recargar para seguir siendo.

Y si encima me traes piel de gallina, tú ya sabes. He confesado, qué le vamos a hacer. Y me la pegaré, seguro. Pero quizás no sea tan descabellado jugársela de vez en cuando si lo que pretendo es ganar. Voy a ello. Vamos a ello, ¿vale? Por el camino iremos sembrando sonrisas porque eso se nos da bien.

jueves, 8 de noviembre de 2007

¿Mar de dudas?




Unas veces no sé
si puedo florecer.
Otras no comprendo
lo que ante mi vista
no tengo.

Pero pienso
y te pienso, quizás.
Hace tiempo hallé el camino,
ahora, ni alambradas
podrían detenerme.

Saco las alas
de la maleta desgastada,
polvorienta y ajada.
La de descender subidas
y ascender bajadas.

Y no ha nacido
persona o cosa
que de ti me mantenga,
por ahora, este minuto,
alejada.

Y poco importan
las cosas
que poco importan
si por las noches yo vuelo
en busca de tu sombra.


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Entre la duda de dar portazo a la rutina o la prudencia.
Entre correr para gritar o gritar en silencio.
Entre besarte con los ojos cerrados o abiertos.
Entre viento que mesa la melena o melena mecida al viento.
Entre hace cinco minutos y el mañana no estás.
Entre la respiración diafragmática o pulmonar.
Entre tus ojos descendiendo montes o tus manos explorando valles.
Entre lo que sí, lo que no y lo que depende.
Entre la inconveniencia y lo que no me conviene...

Me hallo.

¿Y?

Si parto.

Parto.

miércoles, 31 de octubre de 2007



Todo lo que nos une:
firme piedra
que sonríe el tiempo
de la espera.

Y lo que nos separa:
vano aire que se cuela
por la encimera
para escapar.

De la mano, tu mano
con la mía,
caminando esta mañana
… atesorando…

Los tesoros de la vida.
Abre los ojos y mira:
los tenemos a los pies,
al alcance de la mano.

A tiro de sonrisa
se asoman por el puente.
Nuestros días.
De ser tú y yo.

De ser los dos…
Se avecinan los días.
Despliega las alitas,
es la hora de volar

Es, nuestra hora.
Nada más.


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PEREZA – DOS GOTAS


Me dispongo a despegar
me vale la pena marear
sangrar, decir, averiar, hacer el torpe
o me da por preguntar
de dónde he salido y qué valdrá
marcharme lejos, cambiarlo todo por un monte

Quizás seas tú
quizá el control
quizá el fruto de un reventón
quizá lo perro que me vuelvo por la noche
quizá sea yo, quizá el temor
quizá el cariño al Rock´n´Roll
o las historias que nos llevan al reproche

Me asusto y corro a pedir perdón
me pone malo esta situación
por que siempre al final algo falla
nos vino a visitar la cruda realidad
entró sin llamar

Me conformo con bailar
un rato con la felicidad
cantarle un blues, meterle mano
que me de un toque
empezar a asimilar lo raro que es todo si no estás
andar así no hay bicho humano que lo enfoque

Quizás seas tú
quizá el control
quizá el fruto de un reventón
quizá lo perro que me vuelvo por la noche
quizá sea yo, quizá el temor
quizá el cariño al Rock´n´Roll
o las historias que nos llevan al reproche

Me asusto y corro a pedir perdón
me pone malo esta situación
por que siempre al final algo falla
lo cambio todo y lo hago de un tirón
lío una vez más, pero al final...

Me asusto y corro a pedir perdón
me pone malo esta situación
por que siempre al final algo falla
nos vino a visitar la cruda realidad
entró sin llamar

Dos gotas se caen al mar
una flota, la otra se ahoga
las dos tiemblan no por igual
se fue, su par pensó: "that´s life"

Me asusto y corro a pedir perdón
me pone malo esta situación
por que siempre al final algo falla
nos vino a visitar la cruda realidad
entró sin llamar



http://www.goear.com/listen.php?v=dcaf95

viernes, 19 de octubre de 2007

Hasta luego




La prisa por no dejar escapar al taxi impidió que sintiera la despedida como despedida. Y mejor. A pesar de que la rosa roja ya era una declaración de intenciones yo no quise mirar lo que no quería ver. Y mejor, también.

Quizás el espacio de éstas líneas debiera ser para un día rojo. Y la foto sobre todo. Es difícil mantener todo como me gusta. Y tirar la toalla es siempre una opción, está ahí pero no quiero pensar mucho en ello. Porque no va conmigo. O eso quiero pensar. Porque es bonito lo que tengo. O eso quiero pensar también. Bueno, realmente eso sé que es absolutamente cierto. Prestarte la chaqueta y sentirme yo más arropada que tú es la prueba de ello. Pero como siempre, tengo el tiempo en contra.

No necesito demasiado. Tampoco pido demasiado. Sólo me gustaría que recordaras que mereció la pena. A pesar de todo. A pesar de nada. Mereció la pena.



El viejo Madrid se vistió de noche.
Podría haberse engalanado para la ocasión
pero lo encontramos tal como es,
con el corazón en la mano
y una sonrisa pintada de cálida acogida.

Sentirse Un Extraño y Sentirse Uno Más
caminan de la mano por la calle de atrás...
Es todo, siempre, una misma cosa,
y las luces comienzan a despertar mi yo polilla.

Ya sabes como van las cosas por mi cabeza,
pero me puede el juicio, ¡sorpresa!
Ya en la cama, sola, pienso:
joder, te estoy echando de menos.



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Más Yo:

http://www.fotolog.com/un_dia_rojo
http://www.fotolog.com/un_dia_azul

miércoles, 17 de octubre de 2007

Mi Nuria



Entre nosotros queda tu manera de mirar
rodeada de la gente que te quiere rodear.
Arropada por los besos que no necesitas robar.
Yo quería abrazarte y decirte que te quiero,
pero a veces ni yo misma me entiendo.
Se me desborda la alegría y se me derrama al caminar...
Rebosa, rebasa y salpica un poco al pasar.
¿Lo notas? ¿Te llega mi felicidad?



“Una vez existió un hombre
que vendía principios de cuento...”

(Entre nosotros – Nuria Gil)

http://www.nuriagil.com

miércoles, 10 de octubre de 2007




“(…) Deja despacito que llegue la mañana,

quédate un ratito tumbada aquí, en mi cama,

que no se si volveré a verte y me muero de ganas

de irme contigo a esperar que nos salgan las canas

y

voy volando...

a cogerte un trocito de sol para que seques el fango

del corazón del cabrón que a menudo las mata callando

y

creo que soy yo...

Pero de un golpe en el pecho me cargo el terrón;

tranquila mi niña, tranquila que hoy...

Hoy voy a regalarte el sol:

por mis cojones.

Acostaditos ahí los dos

sin pantalones.

Aguantaremos el calor

sin discusiones.

Tú, sin braguitas;

yo, sin calzones”

(FORRAJE- Tú sin braguitas, yo sin calzones)

martes, 9 de octubre de 2007




Sujetaba lo importante en la pared...

Pensé en ponerme uno en el corazón.

Tu foto colgaría de él.

Siempre.

martes, 2 de octubre de 2007



Vienen y van.

Yo me quedo contigo.

El azul también es
coger mi mano por las noches
si tiemblo.
Que tiemblo.

Y esperar a que escampe.

martes, 25 de septiembre de 2007

d-e-s-n-u-d-a




Vestida sólo con la verdad
de lo que te vengo a contar.
Ataviada con una sonrisa
espantapájaros de fantasmas.
Arropada por palabras
llegadas de éste, nuestro sur.
Cubierta del humo del
cigarro compartido en confesión.
Tocada con sencilla mochila
repleta de besos para el camino.
.
.
.
Vengo a desnudarme para ti.
.
.
.
Desvestida de algodones
y demás fibras, sintéticas o tal cual.
Desabrigada en invierno
y cuando no cubres silencios.
Descobijada, sin techo
ajeno a la luna que mira.
Despojada a ratos
de la pesada carga que asfixia.
Desposeída, incluso
de las garras del diablo blanco.
.
.
.
Quitada, expoliada, abierta, sincera.
Arrancada, extirpada, vacía, vaciada.
.
.
.
Desnuda mi alma desde ese lunes
ya pasado…
Desnudo mi pecho de corazón
en mano…
Desnudos mis días que resbalan
solitarios…
Desnudo el mañana del folio
en blanco…
Desnuda de tinta si con sangre
yo canto.
.
.
.
Desnuda mi vida. Desnudo mi cuerpo.
Desnuda, des-anuda, des-atada, destapada.
.
.
.
Preparada.
Desnuda, desnudada ante el objetivo
de mi cámara.

lunes, 24 de septiembre de 2007



Amanecer día dos.
No dejo de repetirme que
los domingos son para descansar.
Otra vez lo fui a olvidar.
Y entre humo, cerveza y risas
el lunes me pilló en el sur
haciendo arte de caricias
y simplificando la multitud.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Llegó casi de casualidad
cuando la reina era oscuridad,
cuando aún me faltaba despertar.
Era un susurro quedo
al oído del destino.
Encendió la vela y con el humo
escribió su nombre en la arena.
Y me regaló motivos para respirar.

Ya es de noche sobre la fina arena.
Las sombras bailan con ganas
de querer ser mayores.
Que el azar no te impida necesitar
mi mano en tu mano haciéndote cosquillas
las carreras por la nuca...
el enredarse sin quererse desatar
el subir sin querer, ni poder, bajar...

Y si las alas no vuelan
que nos mueva el viento,
que nos mezan las olas...
con ganas de jugar,
que la mañana viene fría
y con tiempo para la caricia de un abrazo
en los brazos de sus brazos
un segundo antes de marchar.

lunes, 17 de septiembre de 2007


Este viaje mi ahijada no ha querido venirse conmigo a Madrid, no se ha escondido en el maletero hecha una pelotilla para que sus padres no la vean. Dice que va camino de primero y que por eso no puede venir a Madrid. Ir camino de primero es superimportante. La verdad es que “ir camino de algo”, casi siempre es de mucha importancia, creo. Ella ya lo nota, mira cómo debe ser. Además su nuevo profesor es joven, guapo y con agujeros en las orejas. Marifuchi cree que su profe le iría muy bien a mi prima Pau, que también es joven y guapa y con agujeros en las orejas. Supongo que hoy a estas alturas ya le estará diciendo a su nuevo profesor, joven y guapo, que tiene un montón de primas casaderas, pero que Paula le iría a él muy bien, por joven y por guapa. Y por moderna, claro.

Mi ahijada tiene tres novios. Normal que las demás estemos a verlas venir, digo yo. Porque eso es abusar. De los tres, el que más le gusta es uno (con tanta variedad de género he olvidado el nombre de los muchachos), que es un poco blando. Porque un día le dijeron que era un poco pavo y el chico se puso a llorar. Pero aunque sea un poco blando, es el que más le gusta a ella. Otro quiere casarse ya, pero mi niña no quiere. Jo, es que ir camino de primero es demasiado importante como para estar pensando en una boda. Además, ¿qué hacer con los otros dos? No, nada de boda. Bien hecho, me parece a mí.

Y no vayáis a pensar que tener tres novios es consecuencia de poner el listón bajo, nada más lejos de la realidad, no. Un novio tiene que ser guapo, listo, muy divertido para que siempre te haga reír y, lo más importante, un buen novio debe saber comprender a las mujeres, porque no todos los chicos comprenden a las mujeres. Santa palabra que diría su abuela.

Pero claro, Marifuchi, ¿chicos así dónde los encuentras?, porque aquí todas miramos y miramos y nada. ¿Dónde están los hombres buenos? Pues mira, para encontrar chicos así tienes que ir a un sitio de esos donde venden cerveza.

Yo voy mucho a los sitios donde se vende cerveza...

A partir de mañana creo que me voy a plantear un cambio de estrategia. A partir de mañana yo también iré camino de primero...

viernes, 14 de septiembre de 2007

Y caminar




Que lo que me quede por caminar sea contigo.
A tu lado el camino se hace llano
y las piedras no se empeñan en hacerme tropezar.
Una vez más.

Puedo encontrarme con tus manos llenas
de agua clara queriéndome dar de beber.
Y saciar la sed será nuestra meta
esta tarde de nubes revoltosas.
Dame de beber y podré respirar.

Juguemos a limpiarnos el polvo y el barro
de rincones ocultos y de los que están más a mano.
Afiancemos un poco el último peldaño
del andamio que le puse al cielo para no sucumbir.
¡Y volvamos a subir!

Luego, si te apetece, podemos cantar.
Y las melodías del camino
echarán anclas en nuestra memoria.
Es dar color al mañana de recuerdos tendidos al sol.
Dar calor, dar color, colorear, caldear.
Saldremos a bailar cuando bailen las estrellas.

Caminemos juntos.
Yendo, viniendo, volviendo a ir.
Parando, rodando, descansando, a veces saltando.
De la mano. Boca arriba, boca abajo y hasta de perfil.
Pero sin prisas, que no pienso hacer corriendo
lo que me quede por caminar.

No quiero adelantar al tiempo que corre en soledad.
Tiraré de sus bridas de cristal mientras las risas
hacen cimbrear las hierbas de la cuneta.
Y cada vez que paremos para saciar(nos)
esconderemos un tesoro entre la piedra y el mar.

Para los que están por llegar.
Ya sabes.

Para los demás.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Quitando telarañas


El sol nos sorprendió de fiesta.

Y a la luna la pillé recién levantada.

Al peinarse, quiso peinarme,

pero al verme caliente el alma.

Me dejó sola en la cama.

sábado, 8 de septiembre de 2007




Esta mañana al llegar a la oficina me puse a escribir. Tenía tantas cosas que decir tras la tormenta... Pero un accidente informático mandó al limbo de los documentos de word la que iba a ser mi actualización de hoy. Así que ahora me pongo de nuevo a ello. Para empezar por el principio diré que me hubiera gustado comenzar hablando del porqué de mi fotolog, como hice esta mañana. Pero ahora ya no me apetece hablar de eso en este momento.

Luego continuaba repasando los altibajos de mi vida, hablaba de como dejé de ser una persona muda que gritaba en el silencio, de como recobré la voz dentro de una bolsita de terciopelo negro en la que también encontré unas alitas, tan pequeñas que parecían de juguete. De cómo dejé de escribir y de cómo empecé a rescribirme. De crecer de sopetón a ritmo de desgracia al CRECER poquito a poco, aprender a crecer, reaprender. Rescribir, re, rehablar, ¡re(-)sentir!, re. Pero ahora tampoco quiero volver por ese caminito un tanto musical. Salvo por REhacer un texto que hablará de lo mismo sin hablar de lo mismo. Porque, en definitiva, hablará de lo importante.

Hablaba un poco de atadura, de culpa, de ser la hija que no debo ser. De la vuelta a la universidad a los diez años de la primera visita. Pero todo eso tendrá su momento...

Porque tengo una cosa muy importante que contar. Tengo que hablar de una persona. Y todo cambia en un segundo, por eso se rescribe hasta el fotolog. A su aire, rebelde. Cuando quiere, cuando no... no.

A esta persona importante, la llamaremos A., con el fin de preservar su identidad secreta... Además la “A” es una buena letra (siempre que sea mayúscula, y A. es grande, así que mayúscula es su letra) porque se lee igual del derecho que del revés.

Ayer A. y yo hablamos por teléfono, yo me encontraba fatal por lo del examen, la palabra el moñoña, yo me encontraba moñoña por lo del examen. Y A. me hizo reír. Más que eso, A. me hizo sufrir un ataque de risa en toda regla. Y antes del colgar ya estaba en el portal de mi casa llamándome al telefonillo. Decidió que teníamos la importante misión de salir a tomar cañas porque soy una cansina. No, qué digo, una misión superimportante, más bien. Y lo de cansina lo reafirmo.

Así que bajé a la calle. Y al llegar al portal vi un calcetín gigante, me esperaba de pie (es decir, con los “dedos” hacia arriba, y es que hasta entonces yo no sabía como se pone un calcetín de pie, en serio, hasta ese momento no tenía ni idea de eso), era de rayas de colorines (como los que yo uso). Estaba vuelto del revés, lo sé porque se le salían los hilos del remate por las puntas de los dedos... bueno ya sabéis, un calcetín al revés. Mi superimportante A. era un calcetín.

Y yo me fui de cañas con un calcetín. Ayer, a eso de las 10 de la noche, me fui de cañas con un calcetín de rayas que estaba de pie y del revés. Y todo el mundo nos miraba. Y los camareros al pobre A. no querían darle cerveza, hasta que les convencíamos de que la cebada iba bien para la lana.

Mientras estábamos de cañas, A. me decía algo así como, “joder, alguien tendría que hacer un fotolog que sólo hablase de mí”... y bueno, es que A. juega a quererse un huevo, al menos un rato cada día que yo sepa, seguro que en realidad es más de un rato. Y yo decía, a ver A., creo que es una buena idea. Yo voy a escribir un fotolog dedicado al héroe que está del revés. Al (anti)héroe que no es más que un calcetín dado la vuelta. Pero un calcetín de la mejor calidad, ¡eh!

Entonces A. me dijo, “yo no soy el que está del revés, eres tú la que te tienes que dar la vuelta para ver las cosas rectas”.

Y entonces lo entendí todo. Lo del laberinto ese del soy lo peor.

Esta mañana cuando empecé a escribir para hoy ya no estaba dentro del laberinto. Y desde fuera te digo, una vez más, gracias.

Llevo días de retraso con este, mi inherente, constante, desequilibrado y neurótico vaivén. Llevo toda la mañana tratando de ponerme en contacto con la profesora de economía. Aún no sé nada, pero ya no desespero.

Y ha vuelto el color a mi ventana.

miércoles, 5 de septiembre de 2007




Cuestión de equilibrios. Entre el quiero y no puedo. Entre el no quiero y tengo. Entre el ya no tengo y quiero.

El amor no es necesidad. Por mucho que nos lo hagan creer.

El fin del mundo está tan lejos, que ni tú ni yo lo vamos a ver, por mucho que nos empeñemos en envejecer.

Y si pudiera abrazarte, lo haría. Y le pondría red a tu cuerda floja.

Venga, borremos de un plumazo los kilómetros. A la mierda el alrededor, y su antes sí y ahora no.

Hablar se escribe con H, ¿lo sabes?...

¿Hablamos, H?

M.

domingo, 2 de septiembre de 2007



Allí estaba, en medio del jardín
rodeada de tantas y tantas flores
que era difícil distinguirla
en medio de tal explosión de color.

No tenía nada destacable,
no era especialmente bonita.
Tampoco su aroma era el mejor.
Pero tenía unos ojos que cada día la miraban
y manos que no tocaban sin desprender calor.
Y el aliento del sigue, tú puedes hacerlo.
Y una espera de esas
en las que todo se echa de menos.

Y una canción en boca de voz rasgada.
Y una sonrisa tendida al sol.
Quizás una caricia de distancia efervescente…
Y una oculta intención en los puentes
por los que tendría que cruzar para verte.

Levantó la vista del cuaderno
y al cambiar al pelaje de invierno,
notó tu falta en la habitación.
Quizás sólo busque calor
si digo que te echo de menos.
O sólo necesite, de nuevo
un cambio de opinión…
porque sin poder alejarme, he vuelto
un ratito a este rincón.

martes, 28 de agosto de 2007

Por necesario.


El aire entra a raudales por la ventana del salón. Esa misma ventana por cuya integridad temí el pasado sábado. Esa misma ventana de amaneceres sucios y amarillentos y de atardeceres de algodones dulces. La misma ventana de los tejados feos, huérfanos, los pobres, de tejas.

Las venecianas verdes repiquetean al compás del viento, a pesar de estar subidas no pueden evitar someterse a su baile. Con el paso de los años, este mismo repicar ha ido absorbiendo mi corazón, esclavo hoy de su peculiar ritmo.

Mi ventana de venecianas verdes es una ventana al mundo que me queda por descubrir. Verde esperanza dicen por ahí. Igualmente es mi muro personal, carcelero en solitario de la huida final.

Hubo un día en que mi ventana quiso convertirse en puerta y desde entonces la odié.

He odiado tanto ese segundo de salida que durante años no fui capaz de hacer nada más. Concentrada en el odio y la culpa, en la culpa y el odio. Daba igual el día, daba igual el lugar, daba igual hasta la compañía. Yo ya tenía el veneno dentro, que no tuvo más que campar a sus anchas.

Y pasó el tiempo. Mucho tiempo. Demasiado tiempo. Y hoy me miro y no me reconozco. Por lo mucho que éste ha corrido cuando para mí los segundos eran una eternidad tan dolorosa y lacerante como lo eran entonces.

Nada funcionaba bien. Yo era pequeña en todo y el mundo era tan grande…, el dolor inabarcable y el reconocimiento de lo perdido para siempre padre abnegado del más absoluto silencio; que me encerré bajo siete llaves, una por día de la semana, y dejé mi cuerpo fuera. Por mí como si se pudría en el infierno. Yo no quería cuentas con él. Y suplicó… ¡vaya si suplicó!

No sé. Nada de lo que escriba describirá con la precisión que hoy me gustaría tener, cómo pasé mi adolescencia. O más bien, como no la pasé. Porque me salté un paso. Yo era pequeña y al segundo siguiente ya era mayor.

Y ser mayor es el fraude al consumidor más grande de la historia del hombre. No importa la edad, no importa la condición. Tan sólo importan las circunstancias personales. Y mi momento llegó un verano de mucho calor, mucho, de gran ola de calor, incluso. Quizás porque nunca he estado tan cerca como entonces del infierno.

Y hoy el aire entra a borbotones por mi ventana refrescando un poco este lunes de bochorno al que de repente no estoy acostumbrada. Y la miro. La miro a ella y miro por ella. Y ya no odio. Ya no soy culpable, no porque yo lo diga, sino porque siento que es así. Y a pesar de que cada vez que miro esa ventana me vuelven a la cabeza las imágenes casi irreales de aquel segundo pasado en que fue puerta, ahora no siempre lloro. Aprendí a hablar un buen día porque alguien se tomó la molestia de encontrar las llaves y tirarme de la lengua. Porque alguien me abrazó y me robó las lágrimas con su hombro… porque yo quería sola, pero sola no podía. Y por eso es tan importante que me abraces de vez en cuando.

Me levanto y me asomo. Veo la vida pasar. Se ven colores en los “modernos” edificios del lavado de cara y aunque a ratos aún parezca que el cielo se va a caer, yo hace tiempo que comencé a apuntalarlo subida a lomos de mi andamio infinito. Lo malo es que, a veces, me canso y aún noto temblar, sobre todo los días de viento en los que se me despeina el alma. Y me voy a la caja de herramientas a por más tornillos pero, mientras tanto… ¿podrías volver a abrazarme?



En toda buena terapia es necesario escupir. Se ha hecho de noche en mi ventana.

lunes, 27 de agosto de 2007

Colmillitos


Tenía hambre y poco tiempo que perder, pues estaba anocheciendo y la lluvia arreciaba. Volaba casi a ciegas siguiendo aquella luz tenue y temblorosa, cuando lo notó.


… Aquel olor…


Imposible resistirse ante semejante perfume. Aceleró, al tiempo que los tonos rosados comenzaron a tomar forma. Un poco más. Un último esfuerzo.


¡Oh!


Era el mejor aroma del mundo. Nada de lo que hubiese olido hasta el momento se podía comparar con esto. Cerró los ojos y se posó, a resguardo de la tempestad, por fin. Aspiró una vez más mientras notaba como aumentaba su apetito.


Y comenzó el festín.


Nadie le había dicho que él sería el primer plato.
...

martes, 21 de agosto de 2007

A ratitos

A ratos me decías que me querías.
Menos mal que no te creía.

¿Para qué las mentiras
si cuando las decías
siempre tenías que apartar tu mirar?

¿Para qué las verdades a medias?
¿Para qué insolente engaño?
¿Y las excusas fingidas y afligidas?

¿Para qué los juramentos?
¿Y el sin vivir sin amor
o el morir viviendo?

A ratos me decías que me querías.
A ratos yo me reía.

Y hoy llevo un saco roto,
llenito de falsas palabras,
llenito de falsas bondades,

Lo prendí en la solapa
de mi traje indiferente.
El de pasear de la mano.

Pero al desnudarme, ya en casa.
Y a pesar de los pesares.
A ratos, sólo a ratos.
Añoro tus medias verdades.

sábado, 18 de agosto de 2007

El Corazón del Mar






Podía disfrutar de momentos mágicos inolvidables como esas impresionantes puestas de sol en las que el cielo enrojecía ruborizado por ver al sol en tan íntimo contacto con el mar. “Amar a mar” como decían los carteles de bienvenida. Pues a eso nos dedicaremos, pensó mientras se dejaba acariciar por las frías aguas atlánticas.

Justo cuando comenzó a nadar, al compás de las olas, un atrevido San Martiño cruzó como con prisa el fondo del mar, justo a sus pies. Ajeno a todo lo demás, pensó. Feliz en su vida de pez. Así haría ella. Surcar el mar ajena a todo lo que dejaba en tierra, en la orilla y tierra adentro. Volvía a ser pez, sabía que ésta no era la primera vez porque conectó con el agua de manera tan perfecta que sintió que era eso lo que llevaba tiempo esperando: volver a sus orígenes. Y como siempre, el movimiento le pareció de lo más sensual, no había conocido jamás una caricia tan perfecta, tan intensa, tan ajustada a su deseo, como la caricia del agua. Amar a mar mientras la mar le devolvía el pago con la misma moneda.

Y en sus brazos, dejándose llevar presa de una intensa excitación, consiguió no echarte de menos. Y deseó que el momento fuese eterno. Mientras, casi sin darse cuenta, fue dejando de respirar. Los pulmones ya no le hacían falta si dejaba que la vida penetrara por los poros de su piel. Y fue feliz. Allí, siendo mar.

Nadie entendió su muerte cuando apareció en las noticias de la noche. Encontraron su cuerpo a la mañana siguiente, cerca de un pequeño pueblo pesquero. Y es que nadie había visto jamás semejante cara de felicidad, les costó creer que el cuerpo se hallaba sin vida, porque justo era vida lo que desprendía aquella joven muerta. Y así comenzó su leyenda.






Con el paso de los años, aquel pequeño pueblecito pesquero y sus alrededores, comenzaron a prosperar de manera significativa.


Tras rescatar a la joven sin vida de las frías aguas aquella mañana de agosto, la depositaron en la cámara frigorífica de la lonja mientras esperaban la llegada de la policía y del forense. Pero, para sorpresa de todos los que allí estaban cuando ese momento llegó, al abrir la cámara, ella ya no estaba. El cuerpo había desaparecido. La manta que había usado para transportarla hasta allí y para luego taparla estaba, perfectamente doblada, en el suelo. Todo estaba cerrado y no había huellas en la escarcha del pavimento.


El caso trajo de cabeza a la policía local durante mucho tiempo, hasta que poco a poco fue quedando olvidado y pasó a engrosar los archivos de los casos sin resolver. Pero la joven nunca desapareció de la memoria de los pescadores de la aldea.


La felicidad que desprendía el día que apareció ahogada, su enorme belleza, la paz que transmitían sus ojos sin vida, su piel blanca y delicada… todos los detalles quedaron grabados a fuego en la memoria de las personas que la encontraron. Y todos los que no estuvieron habían oído hablar tanto de ella, que era como si todo el pueblo hubiese estado en el puerto aquel día.


Al principio tan sólo los ancianos del lugar se dieron cuenta de lo que estaba pasando y no tardaron en atar cabos. Desde aquella mañana de verano el mar no se había llevado la vida de nadie. Pescadores y percebeiros iban, faenaban y volvían sin problemas. Incluso tras los rigores de ese duro primer invierno en el que la mayoría de los días las olas más enojadas azotaban la costa hasta casi hacerla sangrar, no se produjeron incidentes en el mar. Aquel año, nadie lloró a ningún muerto, nadie puso ninguna cruz en los acantilados, ninguna familia quedó prematuramente mutilada de por vida. En las tascas del puerto que calentaban el alma y el cuerpo de los trabajadores del mar en las frías noches en las que salían con sus livianas barquitas pronto se comenzó a hablar de la buena racha que vivía el pueblo. Y no tardaron en agradecer a la misteriosa joven, que velara por ellos desde su desaparición. Con el alma reconfortada ya por el orujo y el calor de la vuelta a casa, se empezaron a escuchar historias personales. Y todas eran tan iguales que los pescadores bien parecieran una misma persona. Un mismo cuerpo para los percebeiros. Y para el pueblo, un único corazón.


Y es que todos ellos habían vuelto a ver a la extraña joven. Cuando la cosa se ponía fea en el mar, sabían exactamente qué camino tomar, sabían de qué rocas se tenían que alejar, cuándo era el momento exacto de volver a casa, incluso sabían qué días era inútil salir a faenar. Sabían cuándo rompía cada ola y cómo evitar corrientes traicioneras. Dónde estaban los mejores bancos y cómo alejarse victorioso de las peores tormentas. Todo lo veían y se sentían guiados y bien acompañados en la soledad del mar. Lo veían con los ojos del corazón. Con los ojos del Corazón del Mar. Los ojos de ella. Sus ojos.



Alguien puso una cruz en el lugar donde ella apareció muerta y llena de vida.

Todos los años la pintan de blanco. Y cada 7 de agosto la cruz se llena de flores frescas.

miércoles, 15 de agosto de 2007


Trozos de vida.
Instantes de color.
Prendidos con alfileres
en el corazón.

Y por la mañana, recuerdos.
Y con los años, viejas fotos.
Y al final, herencia incomprendida.
Perdida, prendida, perdida.
Prendida en mi corazón.

domingo, 5 de agosto de 2007

¿Estrés vacacional? No, gracias.



De nuevo un pequeño alto en el camino para comenzar otra semana de vida sin preocupaciones. Mañana rumbo a Galicia.


Esta vez, cual abejorro de peluche, ea. No sólo vive sin preocupaciones, es que además, vuela.

domingo, 29 de julio de 2007

Tomatito y la felicidad


Tomatito Encebollado vivía sin preocupaciones.

Comía,
chupaba,
volaba,
tomaba el sol,
jugaba con las horas,
miraba la luna,
contaba estrellas,
olía las flores
y miraba la vida pasar.

Era libre de ir o venir. De quedarse o marchar. De subir o bajar. Era LIBRE, sin más. Pero Tomatito Encebollado no era del todo feliz. Porque te echaba de menos a ti.

- ¿Cambiarías tu libertad por vivir encadenado al amor? – Le preguntó Tomatito a la Flor.
- Ja, yo ya vivo encadenada al suelo. ¿Qué más me da, Tomatito? – Le respondió la flor.


Todo es tan relativo. Todo.

domingo, 22 de julio de 2007

El Jueves


Estoy indignada. Absolutamente indignada por la retirada del último número de la revista El Jueves, estoy indignada porque este país se alzó en pie de guerra defendiendo la crítica a Mahoma por parte de la viñeta publicada en un periódico (belga?), gritando por la libertad de expresión. Y ahora, resulta, que el Principito está por encima del bien y del mal, de dioses humanos y divinos. Por cierto, el chiste de la portada es cojonudo, ahí os dejo la imagen. Pues bien, no contentos con retirar la revista de los quioscos, ahora han cerrado la página web de la misma violando nuevamente la libertad de expresión en este país.


¿Qué coño nos pasa? ¿Hasta cuando vamos a mantener esta monarquía obsoleta, inútil, absurda y desquiciada? A mí que me lo expliquen, porque yo hace tiempo que he dejado de entender nada. Pero hoy soñaré de nuevo, con que la república es posible y no sólo una quimera, con el fin de la monarquía y de la Iglesia Católica. Con el fin de los fanatismos. De todos los fanatismos, por favor.

jueves, 19 de julio de 2007

Puede salir el sol







Déjame buscar en tu mente
un lugar para la amistad.
Cuéntame alguna experiencia
déjame participar
si tú quieres ver la luz
búscala en tu interior
deja entrar otras opiniones
de quien tienes alrededor.

No pretendas engañarte
y dejarte arrastrar
por instintos infundados
que te harán fracasar.
Lo que quieres tendrás que ganarlo
nadie te lo viene a dar
sólo intenta ser tú mismo
aprendiendo a escuchar.



(LEÑO)

martes, 17 de julio de 2007

Y el Amor


De tus dedos enredados en la base de mi pelo

De tus pies acariciándome al revés

De tu aliento calentando mi corazón helado

De los días a tu lado, después de anochecer

De emborronar amaneceres despistando al sol

De las horas que corriendo quieren ganar al reloj

De tu espalda conquistada y de colinas coronadas

De tus labios que me hablan, que me curan y me besan

Del pespunte en mis heridas, cosidas con tu destreza

Del mañana, fundido en el hoy de las sábanas mojadas

Del grito ahogado en tu hombro que desvela a las hadas

Del tú, del yo, de dos indivisibles o del uno más grande.

Creo que de eso hablaba hoy el Amor.

lunes, 16 de julio de 2007

viernes, 13 de julio de 2007

Y la Amistad


No estás sola, compañera. Pequeñitas en medio del universo nos juntamos, que no corra el aire por si viene el frío. Que mañana no sabemos si nos acordaremos de dejar huella en el mundo y quizás ya nadie recuerde que un día nuestras faldas fueron una sola en una maceta del balcón.




Yo te protegía, tú me sostenías. Y la amistad nos hizo grandes.

.

jueves, 12 de julio de 2007

Alas Rojas


Alas rojas

teñidas


por el ardiente sol



curtidas




por el frío viento





de buscarte






por el cielo


De buscarte

y no encontrarte






lunes, 9 de julio de 2007

Un día más

Hay días que sólo son un día más.


Ni buenos ni malos, sino todo lo contrario.


Pero hay días que se iluminan con tu sonrisa.

Tu caminar.

Tu mirada.

Tu voz.


.
.
.

Cambiaría todos los días de mi vida por tener un día más.

viernes, 6 de julio de 2007

HUIR DEL FOTOLOG


Escapo del fotolog como el árbol escapa hacia el cielo.
Ignoro si habrá continuidad o no.
Ignoro si os daré a conocer este espacio alguna vez.
Ignoro si me quieres.
Ignoro si te quiero.
Ignoro el mañana, incluso el hoy.
Soy una ignorante de ALAS ROJAS.
Soy una ignorante que puede volar.