viernes, 14 de septiembre de 2007

Y caminar




Que lo que me quede por caminar sea contigo.
A tu lado el camino se hace llano
y las piedras no se empeñan en hacerme tropezar.
Una vez más.

Puedo encontrarme con tus manos llenas
de agua clara queriéndome dar de beber.
Y saciar la sed será nuestra meta
esta tarde de nubes revoltosas.
Dame de beber y podré respirar.

Juguemos a limpiarnos el polvo y el barro
de rincones ocultos y de los que están más a mano.
Afiancemos un poco el último peldaño
del andamio que le puse al cielo para no sucumbir.
¡Y volvamos a subir!

Luego, si te apetece, podemos cantar.
Y las melodías del camino
echarán anclas en nuestra memoria.
Es dar color al mañana de recuerdos tendidos al sol.
Dar calor, dar color, colorear, caldear.
Saldremos a bailar cuando bailen las estrellas.

Caminemos juntos.
Yendo, viniendo, volviendo a ir.
Parando, rodando, descansando, a veces saltando.
De la mano. Boca arriba, boca abajo y hasta de perfil.
Pero sin prisas, que no pienso hacer corriendo
lo que me quede por caminar.

No quiero adelantar al tiempo que corre en soledad.
Tiraré de sus bridas de cristal mientras las risas
hacen cimbrear las hierbas de la cuneta.
Y cada vez que paremos para saciar(nos)
esconderemos un tesoro entre la piedra y el mar.

Para los que están por llegar.
Ya sabes.

Para los demás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

querida tenienta de mi ejercito, le insto a que visite mi blog desde el establecimiento del nuevo régimen, publicaré su epístolass correspondientes.
camine usted firme y paso ligero...

Herminio