martes, 25 de septiembre de 2007

d-e-s-n-u-d-a




Vestida sólo con la verdad
de lo que te vengo a contar.
Ataviada con una sonrisa
espantapájaros de fantasmas.
Arropada por palabras
llegadas de éste, nuestro sur.
Cubierta del humo del
cigarro compartido en confesión.
Tocada con sencilla mochila
repleta de besos para el camino.
.
.
.
Vengo a desnudarme para ti.
.
.
.
Desvestida de algodones
y demás fibras, sintéticas o tal cual.
Desabrigada en invierno
y cuando no cubres silencios.
Descobijada, sin techo
ajeno a la luna que mira.
Despojada a ratos
de la pesada carga que asfixia.
Desposeída, incluso
de las garras del diablo blanco.
.
.
.
Quitada, expoliada, abierta, sincera.
Arrancada, extirpada, vacía, vaciada.
.
.
.
Desnuda mi alma desde ese lunes
ya pasado…
Desnudo mi pecho de corazón
en mano…
Desnudos mis días que resbalan
solitarios…
Desnudo el mañana del folio
en blanco…
Desnuda de tinta si con sangre
yo canto.
.
.
.
Desnuda mi vida. Desnudo mi cuerpo.
Desnuda, des-anuda, des-atada, destapada.
.
.
.
Preparada.
Desnuda, desnudada ante el objetivo
de mi cámara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi niña tienes un email y no eres meg ryan