Juegan a quererme. Y yo me dejo. Y todos nos reímos. Mientras yo imagino.
Sería bonito conocerte como ellos piensan que quiero hacerlo. Bonito y algo más. Sin vergüenza o con ella, es igual. Luego viene el después y no creo que me importe. Qué baratito es soñar.
El caso es que tienes algo, ya en serio, que me abre las alas, por decir. Algún día te conteré qué es… algo así como ese querer no asomarse y esos ojos que miran más allá. No sé. Ahora estoy en modo tortuga. Con coraza de caparazón. Y capeo imprevistos, ya no arriesgo. Pero quizás sí tú… tal vez si yo… así, sin más, quién sabe.
Cuerpo a tierra. O a cama. A por los minutos que no quiero confesar.
¿Hasta mañana?