martes, 20 de mayo de 2008




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Para los días en los que parece
que nada puede ir mal,
y a pesar de pareceres,
se tuercen. Se tuercen al despertar.


Regalo dosis de alegría
que de tanto regalar,
me olvidé de la mía...
La busco y ya no está.


Me golpea el egoísmo
del no querer contestar,
de esa voz enlatada de señora
que me dice que no estás.


Y dejo que vuele
lo poco que hoy puede volar.
Imaginación que da alas
de sueños que dan realidad.


Pero por dentro, sola.
Aunque algo lata al compás...
No sé si quiero seguir.
Hay días que no puedo más.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

por dentor no estas sola... tienes a alguien y por fuera pues me tienes a mi :D