jueves, 22 de mayo de 2008

Miedo

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Llevaba un par de horas estudiando en la cama, con el portátil sobre la almohada. Ya no podía más, los ojos se me cerraban. Apagué el ordenador, me metí entre las sábanas y abracé la almohada. Estaba caliente del contacto con el portátil. Es lo más parecido a sentirte cerca que he tenido esta semana. Luego todo se enfrió. Entonces volvieron las lágrimas. No me importan las que mojan mi rostro. Me asustan tremendamente las que caen por dentro. Ésas que tú nunca ves.

Y ya no sé si soy sólo yo la que las derrama.

Encendí de nuevo el ordenador y busqué, entre miles de canciones, la canción más triste del mundo. Empieza en una habitación, la soledad echando un pulso a las sombras, una chica tremendamente asustada y una canción de fondo. Calor artificial y sábanas mojadas. Y en los cristales golpea con furia viento que anuncia tormenta. Y más allá sólo oscuridad. Y más acá, nada.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

pregunta retorica ¿es miedo a estar solo, o miedo a estar a solas con uno mismo?


a mi me da mas miedo al 2

Juancho dijo...

Vaya, pues siempre he creído que lo mejor para estas situaciones no es precisamente una canción triste, menos aún la canción más triste del mundo.

¿Miedo a estar a solas? Pues claro, mi conciencia suele decirme verdades como puños... y no me gusta nada.

Por cierto, ¡enhorabuena por el embarazo! :)

Un beso.