miércoles, 19 de marzo de 2008



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Para la libertad
(Miguel Hernández)

”Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida”


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Después de las heridas que aprendieron a cricatrizar sobre el arma homicida. Después de que la carne, que late y duele al palpitar, haya aprendido a florecer cada primavera lamiendo sus heridas, gesto quedo, mirada brillante de puro mojada. Rocío que limpia y se escarcha para ti. Después del bajar, encontrar el subir. Después de que me apartaras el pelo de la cara con tu mano, suave me besaste. Entonces lo entendí todo. La vida sigue ahí.

Por ti. Para ti.

Y para mí.

Por eso, después de todo, la voy a seguir viviendo. Y te agarraré de la mano, si mañana tú flojeas, como hiciste ayer conmigo. Y te llevaré a volar. Alto, donde viven las sonrisas.






Millones de gracias a Burbu http://www.fotolog.com/oh_dirty_elektro por la foto. Preciosa la foto. Ella más.


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