lunes, 24 de marzo de 2008




.


La Madriguera (Los Delinqüentes)


”Niña qué tristeza hay en tu alma,

qué pena! están gritando tus pupilas,

quisiera yo unirme a ti como un par de grapas,

pero tú te cansaste de mi camisa.


Como yo soy para ti una rata,

con la flores de este carril,

tu papeles llenan mis baúles,

corazones de tinta y de jazmín.


Porque tenia yo para los dos una madriguera,

con colchones en el suelo,

con un grifo y una manguera,

pobre sería yo, si tuviera que callarme,

que los dos pasamos hambre de comernos todas las tardes.


Cuando me faltas tengo mono en la cama,

de desayunarte todas las mañanas,

pero viendo como está el panorama,

será mejor que cuente mis garrapatas.


Y si viene un día una brisa,

que a mi me guíe hasta tu bosque,

volaré yo de la alegría, ¡ay!

que no quiero que vengan vientos del norte.


Porque tenía yo para los dos,

una madriguera con colchones en el suelo,

con un grifo y una manguera,

pobre sería yo, si tuviera que callarme,

que los dos pasamos hambre

de comernos todas las tardes.


Pobre seria yo, si tuviera que callarme,

que los dos pasamos hambre

de comernos todas las tardes.”





__________________________________________




No importó que la Primavera viniera vestida de Invierno. Ni la lluvia. Ni el dormir en el suelo. No importó que el colchón no se quisiera hinchar ni que la tienda, perezosa y burlona, se pusiera en huelga cuando la quisimos montar bajo la lluvia. No importó que no viera a todos, o incluso que no viera a nadie. No importó dejar el coche sin batería para poder bailar. No importaron los 1500 kilómetros de acá para allá. No importó el frío ni la playa acurrucada capeando el temporal. No importó que el lunes me pillara casi sin acostar.


Importó todo lo demás.


Importó el techo de los eucaliptos que cantan con el aire. Importó la madriguera, el beso, la caricia, la sonrisa y la madrugada. Importó el segundo colchón y la bimba prestada ¡qué viva mi cabezonería! Importó David y su forma de trabajar disfrutando de los clientes. Importaron los vecinos que sonreían al vernos pasar tras comprobar, rápido, quién y por qué no durmió en toda la noche. Importó la caricia de la arena en mis pies y del agua en todo el cuerpo. Importó la berenjena y las cervecitas en cualquier lugar. Importó la compañía, importó. Importó el ataque de risa, brutal, e importaron las (son)risas que llegaron en son de paz. Importó la banda sonora de aquellos que quieren cantar que la felicidad existe, y para verla, sólo hace falta mirar. Importaron los acentos, las palabras bonitas, los guiños de complicidad. Importó mirar al mundo con los ojos que a mí me gusta mirar. Importaron las conversaciones, incluidas las de noticias malas que me quieren desgarrar. Importó la libertad e importó el arco iris que como puente fuimos a cruzar. Importó la luna llena y unas manos entrelazadas. Importó el abrazo fuerte, bajo las mantas. Importó la seguridad de sentirme segura a pesar del miedo que me da el que pueda vernos marchar.
.

1 comentario:

yole dijo...

Gracias por entrar con tu vuelo por mi ventana...un rayo de luz siempre es bueno verlo volar.

Saludos nuevos, sirenita del Manzanares.